Visita Teatralizada a los Baños Árabes de La Zubia

Con motivo de la celebración del Mercado Medieval de La Zubia, que tiene lugar este fin de semana, el área de Juventud y Turismo del Ayuntamiento de la Zubia organiza para el domingo 6 de marzo una visita teatralizada a los Baños Árabes de la localidad.

IDEAL

Miércoles, 20 de abril 2016, 11:05

Se trata de una iniciativa llevada a cabo en colaboración con el Centro de Estudios de Patrimonio CEI Al-Zawiya, responsable de contextualizar históricamente este importante edifico, pieza clave del municipio. Quienes deseen disfrutar de la visita deben apuntarte o pedir más información en: turismolazubia@gmail.com o patrimoniodelazubia@gmail.com (CEI Al-Zawiya). Los baños árabes de La Zubia fueron construidos entre los siglos XII y XIII. Se ubican en el borde del casco urbano, cerca de un área de huertas que conforman el espacio natural de esta población en su zona norte, estando su situación determinada por el trazado de la acequia que le suministraba agua, que corre transversal al inmueble y constituye un interesante ejemplo de la tipología de baño rural musulmán. Este inmueble y la cercana Casa de las Infantas, donde supuestamente vivía una tía de Bobdil, son los únicos restos conservados de las edificaciones árabes que existieron en la histórica alquería de La Zubia. El edificio sigue el modelo de baño rural musulmán, determinado por su estructura simplificada y su carácter eminentemente funcional, en el que sobresale la extraordinaria solidez de la construcción. Su distribución consiste en una sucesión de salas, de las cuales dos de poco más de ocho metros se conservan completas y de una tercera adosada transversalmente, que se corresponde con el vestíbulo. Las naves son de planta rectangular, paralelas y de idénticas dimensiones. Se cubren con bóvedas de medio cañón, decoradas con lumbreras de forma estrellada, que cumplen la función de iluminar y ventilar el espacio interior. En la actualidad, se accede desde el exterior directamente a la primera sala, a través de un espacio dividido en dos arcos, el exterior escarzado y el interior adintelado. Los arcos de paso a la segunda sala y a la zona de calderas se sitúan en línea con el primero. En el exterior, se observan restos de muros de ladrillo donde apoyaban las bóvedas de las salas desaparecidas. Los volúmenes son nítidos y carecen de ornamentación. Estos rasgos, junto a la solidez de la fábrica realizada en ladrillo, reafirman el carácter eminentemente funcional del edificio, donde los vecinos de entonces disfrutban de momentos de relax y relación. Se conservan asimismo restos de las infraestructuras propias del baño, como la caldera y la leñera, registrándose también el trazado de la acequia que suministraba agua al edificio.

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