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Miércoles, 20 de abril 2016, 10:57
Según el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, el imputado, J. I. G.C., trabajaba como administrativo en una notaría ubicada en la calle Joan Miró de La Zubia y tenía entre sus funciones el cobro de los servicios prestados a particulares. Desde enero de 2008 y hasta el mes de marzo de 2013, cuando fue despedido, el acusado "hizo suyas" diversas cantidades que los clientes pagaban en efectivo sin ingresarlas en la caja de la notaría. El acusado se quedaba con el pago de servicios, cuantías que oscilaban ente los 25 y los 1.182 euros. En 2008, el acusado se quedó con el importe de 30 operaciones, un número que ascendió a las 45 facturas en 2010 y a 76 en 2012, facturas que cobró para su lucro personal por un importe superior a los 52.600 euros. El administrativo fue despedido por falta muy grave, momento en el que devolvió al perjudicado 8.000 euros y, tras formalizarse la querella, entregó otros 11.500 euros. La Fiscalía ha calificado los hechos como un delito continuado de apropiación indebida, aunque ha incluido la atenuante de reparación parcial del perjuicio por haber devuelto parte del dinero, por lo que ha pedido dos años de cárcel. El acusado será juzgado por estos hechos el próximo 26 de noviembre en la Sección Primera de la Audiencia de Granada.
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