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La Zubia, pequeño pueblo en armas contra la soledad

La Zubia, pequeño pueblo en armas contra la soledad

Con un cuarto de hora de espera, comenzó el fin de la duodécima edición del certamen poético 'Poesía del Laurel', en el convento de las Hermanas Mercedarias de la Caridad.

LEO RAMA

Miércoles, 20 de abril 2016, 12:33

El primer plato de la noche lo pusieron Fátima Gómez, diputada de Cultura de la Diputación granadina; Reynaldo Fernández, director del Patronato de la Alhambra y algunos cargos políticos más que se dedicaron elogios, en ocasiones interrumpidos por algunos asistentes que expresaron con la voz alta su descontento ante la batería de discursos. Las notas de 'El paño moruno' de Falla con el piano de cola de Jesús Hernández rompieron el murmullo general de los asistentes. Sin mediar palabra, la concejala de Cultura de La Zubia subió con su saxo, y el instrumento de María Trinidad Montes acompañó a las teclas de Hernández. Tras un aplauso generalizado, Trinidad cambió el saxo por la poesía de Javier Egea. Ella recitó sus versos, esos que terminan con "poesía, pequeño pueblo en armas contra la soledad". Escogió a Egea, compañero vital y fallecido- de Luis García Montero, uno de los invitados estrella de la velada.

La edil local de Cultura pidió un minuto de silencio antes de presentar a Ángela Vallvey con unos versos. Le cedió la palabra y Vallvey la tomó con su verbo, seleccionando para la noche de ayer un puñado de sus poemas. Los escribió en Granada, dijo, y comenzó con 'El lobo celeste', 'Diez mil millones de años', 'De aquí a la oscuridad', 'Contra el fondo de estrellas del cúmulo de las Híades'... Uno tras otro, poemas desprovistos de lo pomposo, fáciles de entender. Vino después Luis García Montero, al que casi le sobran los apellidos. 'Huerta de San Vicente' fue el primero de de una selección de poemas. Ese iba por Lorca, el día en el que que se cumplían 79 años desde su fusilamiento. Los explicaba antes de recitar. Le siguió 'Primer día de vacaciones' y 'La inmortalidad', un poema de amor más allá de la vida. «No tuve prisa», recitaba. Tampoco la tuvo anoche, hablando sobre el escenario con la parsimonia perfecta, controlando el ritmo. Tranquilo. Arrancó un aplauso sonado con 'Oración contra la violencia', y terminó. Fernández, Moragues y Trova cerraron con una canción de Machado una velada llena de poesía Montero dejó paso al cuarto premio que otorga 'Poesía en el Laurel', este año para la traductora, poetisa y literata Clara Janés. Recibió el galardón y contó sus batallas con Alberti o Luis Rosales, intercalando con sus poemas y los de sus amigos. Se confesó «vencida por la poesía», pero dio guerra con la palabra.

La poesía compartió su protagonismo con la música. Primero la de Juan Trova, que tocó un poema de García Montero antes de que Adriana Moragues y Fran Fernández, un joven viejo conocido de la escena de la canción de autor de Granada, culminaran con sus guitarras sendas canciones. El broche de la duodécima edición de los martes entre los laureles de La Zubia lo colocaron entre los tres. Trova, Fernández y Moragues recordaron los versos de Machado en una adaptación de su poema 'Cantares'. La cita literaria, la más importante del verano en Granada, cerró así el telón mostrando nuevamente su gusto por una poesía que se revela en La Zubia como lo que es, parafraseando al ya citado Egea: pequeño pueblo en armas contra la soledad.

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