Inma Sánchez
Miércoles, 20 de abril 2016, 10:17
Junto a los miembros de la Asociación Tartaruga, unos cuarenta jóvenes y niños disfrutaron de un montón de actividades como juegos con pistolas de agua, taller de repostería, piragüismo, bicicleta, parchís gigante y piscina, entre otros. Así como taller de periódico, chill out, arte, ciencia y juegos de mesa. No faltaron los juegos de grupos como la gymkana acuática, las carreras de ogros, la noche del terror y la recreación de una feria medieval, con su herrería, la habitación de la bruja y la posada. En la velada de Robin Hood los jóvenes y niños se acercaron aún más a la naturaleza para poder ver a los duendes del bosque y les ayudaran a descifrar el mapa del tesoro, después de conseguirlo se sentaron alrededor de la hoguera, según explicó uno de los monitores y voluntario, Alfredo Fernández. El monitor asegura que se logró el objetivo del campamento, "que los niños y jóvenes se lo pasaran tan bien que nunca lo olvidaran y se hicieran muy amigos", declaró.
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