Ian Gibson agradece al CEI Alzawiya la labor que realiza en pro de la cultura

Gibson recordó que Lorca era hijo de la Vega de Granada, donde pasó sus primeros once años de vida. Un poeta telúrico cuya obra está arraigada en la Vega y sus gentes. El hispanista criticó que "hoy los políticos no hablen de cultura", la que amaban Lorca y sus amigos del Rinconcillo; que España no está resolviendo el tema de los muertos en las cunetas y que no se estudie en los colegios ni los aspectos más rudimentarios del árabe, "una lengua sin la que este país no sería lo que es". Recordó que más de siete mil palabras proceden del árabe. "España tiene todo a su favor, pero necesita una derecha un poco más magnánima", sentenció. Insistió en que Lorca entendía la importancia de la herencia árabe, tal y como declaró a un periodista de la época del diario 'EL Sol', donde afirmó que en 1492 se perdió "una civilización admirable, una poesía, una arquitectura, una astronomía y una delicadeza únicas en el mundo".

Los miembros del CEI Alzawiya entregaron a los asistentes una copia del documento original de la carta que Lorca envió a Melchor Almagro comentándole la idea de crear en La Zubia "un morabito en honor de Abentofail y dos o tres genios de la cultura arábiga granadina", en unos terrenos de su amigo Paco Soriano. Una misiva propiedad del archivo del Museo Casa de los Tiros (GL 13), de la Junta de Andalucía; donde le habla sobre el proyecto de poner una biblioteca de cosas árabes granadinas. "Además, sería el primer recuerdo que se tuviera en España para estos sublimes hombres, granadinos de pura cepa, que hoy llenan el mundo del Islam", comenta Lorca. Y es precisamente esa idea la que ha llevado a los miembros fundadores del CEI Alzawiya: el arqueólogo Antonio Buendía, los historiadores Irene López y Javier Peregrina y la artista y licenciada en Bellas Artes Rosa Gamero, junto a un grupo de colaboradores como Jesús Salas, Mª José Luis y Beatriz Cano a fundar hace dos años el grupo de investigación en su pueblo.

Gibson felicitó al CEI por hacer con su labor una Granada más culta. Manifestó tener la esperanza de que el país cambie, después de perder tantos trenes, y declaró gustarle mucho la idea de los pactos, de ceder, de llegar a acuerdos, que han pedidos los ciudadanos tras las últimas elecciones. Buendía, que recordó que "la investigación es muy dura" adelantó los proyectos en los que trabajan, como la presentación en octubre de las piezas arqueológicas aparecidas tras las obras de la carretera, para lo que quieren crear un campo de trabajo para llevar a cabo la limpieza de los restos; así como el montón de actividades en las que están enfrascados y que llevan a cabo con expertos de la UGR y de distintos organismos, como el LAAC (Laboratorio de Arqueología y Arquitectura de la Ciudad). Irene López repasó la labor de otros grupos y personas del pueblo, como Manuel Molina, de la Asociación Amigos del Museo y del Patrimonio o la Asociación AL Borde de lo Inconcebible. Javier Peregrina explicó el trabajo que llevan a cabo para, a través de un cómic que está elaborando a raíz de unos dibujos del zubiense Pepe Marín, mostrar la historia de La Zubia y de su famosa batalla. Y otros anécdotas curiosos como que una tía de Boabdil vivió en el municipio o de la particularidad de Los Baños Árabes del pueblo, cuya visita organizan cada primer sábado del mes para mostrarla a los vecinos o visitantes y que una experta que estudia los baños árabes de Andalucía acaba de visitar y ha reconocido que se trata de un particular edificio cuya planta no se parece al resto de construcciones de sus características. Bajo el lema 'Patrimonio de proximidad' están empeñados en mostrar a sus vecinos todas las joyas de La Zubia y su entorno. Rosa Gamero, por su parte, explicó otros de los proyectos y recitó el poema 'Veleta' del autor granadino. En el acto estuvieron presentes la alcaldesa saliente de la localidad, Inma Hernández, y el entrante Antonio Molina. Irene López agradeció a Hernández el apoyo prestado; al tiempo que solicitó a Molina, continuidad para poner poder en valor el patrimonio del pueblo.