Escuredo defiende una reforma de la Constitución "pero no de unos contra otros"

Escuredo, que confesó preferir mirar hacia delante que hacia atrás, negó la "leyenda urbana" que habla de una transición fruto del consenso. Asegura que fue un periodo difícil y duro de la política española. Reconoció que el "estado de bienestar hace aguas", que le gusta la izquierda constructiva y no el "tic-tac, porque creo en las buenas maneras". Escuredo, de 71 años, confesó que le da "miedo la derecha intransigente". Apuesta por abrir un proceso constituyente de reformas, "aunque no de unos contra otros", en referencia al proceso de independencia de Cataluña; y defendió la "rebelión pacífica" vivida por los andaluces para acceder a un estatuto de primera. Insistió en recuperar los derechos sociales y manifestó su desconcierto porque en pleno siglo XXI no se haya logrado aún la igualdad real entre hombres y mujeres. Expresó también su desazón por los temas de acoso y la  muerta de una joven que se ha suicidado en Madrid acosada por sus compañeros de instituto.

Escuredo recibió el premio Andaluz Miguel Hernández 2014 de la mano de la coordinadora del Centro Sociocultural Miguel Hernández, Alicia García. Escuredo estuvo acompañado por el presidente del Consejo Consultivo de Andalucía, Juan Cano Bueso, que recordó la trayectoria del homenajeado que luchó "para que Andalucía fuese de primera división". Aunque el triunfo del Referéndum andaluz con el 86,93 de los votos emitidos, el 28 de febrero de 1980, le supuso a Escuredo un fuerte respaldo político, el presidente preautonómico andaluz reconoció que las cosas no fueron nada fáciles y que responsables de distintos estamentos de aquellos tiempos no tuvieron problemas en expresarle su rechazo, tanto a él como a su lucha. Elegido presidente de la Junta de Andalucía tomó posesión en el cargo el 3 de agosto.