JUANJO MARTÍN
Miércoles, 20 de abril 2016, 10:38
La organización del evento deportivo tenía claro que no solo debían ser un ejemplo en las facetas propias de la competición deportiva en sí, sino que también era la oportunidad para destacar en otras áreas de ámbito social. De ahí que viesen con buenos ojos las candidaturas de dos asociaciones de personas con discapacidad intelectual para asistir en todo lo posible a que la Universiada consiga a su conclusión la etiqueta de memorable.
Publicidad
Ocho miembros de Docete Omnes de La Zubia se encargan de servir tanto el almuerzo como la cena en el Palacio de los Deportes, donde permiten recuperar fuerzas tanto a voluntarios como a miembros del 'staff' y demás personas que permanecen multitud de horas cada día en el pabellón del Zaidín. Cristina Martínez, administradora de la fundación, añade que «también proporcionamos bolsas de picnic en todas las sedes, tanto en la capital como a las personas que suben a Sierra Nevada». Por su parte, el responsable de la asociación zubiense, Joaquín Martínez, comenta que «colaboramos en el campeonato de España que se celebró aquí el pasado mes de diciembre y el Ayuntamiento terminó satisfecho con nuestra labor, por la que nos animaron a presentarnos al concurso», en el que finalmente salieron escogidos. Martínez destaca que «los muchachos están felices por la experiencia, a pesar del esfuerzo que supone estar muchas horas trabajando y, además, en fin de semana». Lo más beneficioso de esta experiencia única es, sin duda, la integración de estos jóvenes para todar al campeonato de una necesitada dimensión social. «No solo es el hecho de tener un trabajo remunerado y estar dados de alta con su contrato. Lo importante es la posibilidad de integrarse y trabajar en igualdad con otras personas. Esa es la mejor parte», asevera Joaquín Martínez. Estos jóvenes de Docete Omnes no son los únicos que participan en la fiesta del deporte invernal, pues a ellos se les han unido los doce componentes del Sierra Nevada Natura Ability, que ya cuentan con experiencia en este tipo de eventos con la nieve como protagonista. Juan García, coordinador de voluntarios de la Universiada, desgrana que los integrantes de este colectivo «contribuyen en las zonas de voluntarios en el apartado de logística. Suponen un complemento simpático a los voluntarios, sin olvidar que constituye una gran manera de que se integren». Esa es sin duda el aspecto que posibilita que el campeonato granadino alcance la excelencia. Las medallas podrán llegar o no -Queralt Castellet inauguró este sábado el medallero nacional- pero, en un evento que se vanagloria de eliminar fronteras, la eliminación de la barrera de la inclusión resultaba de obligado cumplimiento. Y lo han conseguido.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.