Los vecinos se esmeran con sus seres queridos

Llegadas estas fechas y durante los días precedentes los familiares de los difuntos realizan frecuentes visitas a los cementerios con el objeto de limpiarlos y adornarlos con todo tipo de flores. La visita a los cementerios se realiza el 1 de noviembre, pero desde primeros de octubre el camposanto recibe a los vecinos, deseosos de demostrar a sus fallecidos que aún se acuerdan de ellos. Es un rito de recuerdo y homenaje a los antepasados. En todas las iglesias se ofician misas en memoria de estos seres queridos. La estancia de los familiares en el camposanto será más larga si la muerte se ha producido recientemente. No puede decirse que sea un hábito generalizado, pues la población que visita los cementerios suele ser la de mayor edad. El bullicio de las grandes ciudades contrasta con los cementerios rurales que se convierten en lugar de múltiples reencuentros. Los cementerios municipales y parroquiales como los conocemos en la actualidad son de finales de siglo XIX, debido que, antes, los lugares de enterramiento se localizaban en los anexos de las iglesias. Y por higiene se obligó a ubicar estas instalaciones en las afueras de las localidades. El otoño caluroso de este año ha permitido que los cementerios luzcan más hermosos y luminosos llenos de flores de todos los colores.