Inma Sánchez
Miércoles, 20 de abril 2016, 10:31
Ester Fernández Bazán entrena cinco o seis días a la semana mientras desgrana los misterios de una buena carrera a los niños y niñas de la Escuela de Atletismo de La Zubia, donde trabaja como monitora. Acaba de cumplir 22 años y está dedicada por completo a su gran pasión. Cuando alcanzó la categoría de cadete empezó a entrenar con regularidad y actualmente se prepara con Antonio Molina (Fonta), y cada tarde recorre con sus compañeros zancada a zancada los caminos de la vega de La Zubia.
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Además de ser entrenadora de atletismo ha realizado estudios de Quiromasaje y ahora se plantea hacer algo relacionado con el deporte, mientras anhela poder participar en unas olimpiadas. Si otea el futuro, se ve casi volando, porque «disfruto corriendo», confiesa. Llueva o haga sol, Ester es feliz cada vez que sale a estirar las piernas, pero donde mejor lo pasa es en cada una de las carreras en las que participa, «porque la chispa te la da la competición», sentencia. Durante tres horas a la semana imparte clases de atletismo en el club. Le encanta motivar y ver entrenar a sus pupilos e implicar a los padres para que apoyen a sus pequeños.
Pasito a pasito La atleta zubiense, que «acaba de vivir su mejor año» cuenta con un excelente palmarés. Quedó primera en la general de la Quinta Carrera de la Mujer celebrada recientemente en Granada. Tranquila y sin prisa, se plantea objetivos temporada a temporada. Ahora quiere lograr marcas para el Campeonato de España, «difícil, pero no imposible». Es campeona de Andalucía de 1.500 sub23. Mejoró su marca y se clasificó para la final del Campeonato de España. Además logró un cuarto puesto en el Campeonato de España de pista cubierta y quinto con la selección andaluza; y es medalla de bronce en el Campeonato Absoluto de 800 metros. Es consciente de que un buen entrenamiento y una buena forma física son imprescindibles para obtener resultados. Por eso insiste en trabajar «sin prisa pero sin pausa, porque el atletismo parece fácil, pero requiere mucho entrenamiento», confiesa. Se siente muy arropada en su pueblo, tanto por el club como a nivel municipal, ya que la han becado y felicitado por sus excelentes resultados. Piensa que La Zubia destaca por ser uno de los municipios que más apoya al deporte, aunque le falta una pista de atletismo. Confiesa que hay una buena cantera de corredores y la prueba es que más de cincuenta niños se han apuntado en el club en el último año. Dice que la crisis ha animado a la gente a correr y caminar e insiste en la necesidad de que los padres se impliquen en las actividades deportivas de sus retoños. De hecho a raíz de empezar ella a correr sus progenitores se han aficionado al senderismo. Cuando era pequeña admiraba a Maite Martínez, una corredora de 800 metros ya retirada, explica. Mientras rememora a los excelentes corredores que han salido de La Zubia. Como Miriam Espínola o los olímpicos Enrique Molina, que quedó finalista, y Paco Sánchez. Está satisfecha por la calidad de muchos de los niños de la Escuela de Atletismo de La Zubia, que han obtenido buenos resultados en las diferentes competiciones. Una buena cantera que ella se empeña en cultivar.
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