"Intentamos ayudarles para que remonten, conocerlos y saber cuáles son sus problemas”

A las cinco de la tarde no hay quien pare en la sede que Cáritas Parroquial tiene en La Zubia. Cada uno de los voluntarios prepara bolsas para entregarlas a las personas que acuden como relojes a recoger la comida que se reparte cada quince días, dos martes al mes.

Inma Sánchez

Miércoles, 20 de abril 2016, 10:35

Algunas voluntarias están en la primera planta ordenando la ropa. "Una zapatería que ha cerrado nos ha dado zapatos, así que hoy martes quienes lo necesiten pueden llevarse calzado para ellos o su familia", explica Joaquín Alcalde. Este vecino de La Zubia no tiene inconveniente en dedicar buena parte de su tiempo a ayudar a los necesitados. ¿"Qué por qué lo hago? Porque soy cristiano, entre hermanos tenemos que ayudarnos y el camino se demuestra andando", señala, mientras asegura que es en estos momentos difíciles cuando hay que hacer algo por los demás.

Publicidad

Mientras ordena los documentos que los que acuden a recoger comida deben firmar, otros voluntarios preparan los paquetes. Ya están las bolsas con frutas, hortalizas y verduras. Productos que se dan siempre, y que hace quince días se acompañaron con arroz, tomate, caldo, azúcar, galletas y pasta. Este martes la bolsa contiene leche, aceite, cola cao y legumbres. La cantidad de alimentos es proporcional a las personas que integran la familia.

En Cáritas se lleva un registro de la situación de quienes acuden al centro y de las personas que puedan depender de ellos. Si hay un bebé en la familia siempre se les da leche en polvo y cereales. Productos de calidad que llegan directamente de la Comunidad Europea. Joaquín Alcalde asegura que la gente de La Zubia es muy generosa, pero porque saben que se hacen bien las cosas.

Los alimentos que se entregan a los más desfavorecidos del pueblo proceden del Banco de Alimentos, de asociaciones de vecinos y de padres, así como de organizaciones como la Asamblea de Mujeres Clara Campoamor y particulares. El Ayuntamiento zubiense aporta el camión que trae la comida del Banco de Alimentos, organismo que distribuye los excendentes de la Comunidad Europea, siempre productos de calidad que están a punto de caducar. Los martes que no se entrega comida se realiza la descarga y son las personas que reciben ayuda quienes deben acudir a descargar y colocar los paquetes en la sede de Cáritas Parroquial.

"Se le hace un seguimiento a cada familia, se intenta conocer cuáles son sus posibilidades, antes hasta les podíamos conseguir trabajo, pero ahora es más complicado, solo sale algo para internas", relata Joaquín Alcalde, aunque explica que puede salir alguna horilla para limpiar una casa y se deriva a la bolsa de empleo de Cáritas Granada. En ese caso se le da a la persona un documento que certifique que es usuario de Cáritas, para que en Granada le puedan ayudar a encontrar empleo.

Publicidad

La casa de Cáritas está situada en la plaza del Clero, cerca de la parroquia de la Asunción y del Ayuntamiento. Antonio Antúnez, párroco de La Zubia y presidente de Cáritas recuerda que antes (en los años 80) venían familias concretas y se les daba un vale. Después, cuando creció la economía hubo un parón, pero desde 2008 "estamos funcionando como ahora".

Sobre las cinco de la tarde comienzan a agolparse las personas que más tarde serán atendidos con toda la confianza y el cariño del mundo por los voluntarios. Nadir es argelino, su pareja es del pueblo y él estudia en la escuela de adultos "para mejorar el idioma". Califica de excelente la labor de la organización, al serle de gran ayuda a él y a su mujer en estos "momentos tan difíciles", explica mientras firma el documento confirmando que los alimentos están en buen estado y Aurelia Quesada Sánchez, directora de la organización, le da una papeleta con el número y la hora para que acuda dentro de dos martes a recoger su paquete.

Publicidad

Aurelia Quesada lleva desde los años 90 vinculada a Cáritas. Piensa que en la vida "hay que ayudar a los demás" y asegura que recibe más de lo que da, mientras entrega a Isaías su número para el siguiente martes. El hombre, de unos 40 años, agradece el esfuerzo que hacen los voluntarios y además está contento porque le han conseguido un trabajo para su mujer. "Esta gente se mueve y ahora a nosotros nos hace falta", comenta.

Son algo más de 100 las familias que reciben alimentos y ropa cada dos semanas. Pero en Cáritas no quieren quedarse solo en dar comida. "Intentamos ayudarles para que remonten, conocerlos y saber cuáles son sus problemas". Estas personas deben aportar documentación que certifique que son residentes en la localidad, si tienen menores a su cargo, si trabajan cuáles son sus ingresos, si cobran el paro o alguna pensión por minusvalía o si están en situación de alto riesgo. "Tenemos claro que esto es para cubrir una mala racha", relata Joaquín, mientras explica cómo ha cambiado el perfil de quienes acuden a solicitar ayuda. Antes el 40% eran extranjeros, ahora solo el 15%, y el resto son españoles. Dice que se debe a que los extranjeros, al no tener familiares o amigos se trasladan a Madrid, Barcelona, ciudades de costa o a sus países de origen.  Aunque es requisito ser residente en el pueblo, la primera vez que vienen siempre se les da la comida. Después sí se les exige que presenten los documentos. No está permitida la presencia de menores, "sobre todo para que no pasen un mal rato", relata Joaquín, mientras insiste en que hay que hacer algo por los demás, "no podemos estarnos quietos".

Publicidad

Julia Izquierdo Fernández, trabaja en una ETT (Empresa de Trabajo Temporal), e insiste en que aparte de la comida se personaliza y ven las necesidades. Para ello estudian el perfil de la persona "por si existe la posibilidad de que puedan tener un trabajo. "Les llenamos la despensa para quince días, pero la comida les dura una semana, hay que darles un medio de vida y que el dinero del que dispongan lo destinen a pagar la casa, la luz o el agua", concluye.

 

 

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad