JAVIER MARTÍN

Versos de vuelo libre en La Zubia

El festival Poesía en el Laurel rinde tributo a Zindzi Mandela y acoge un recital de tamiz literario de Estrella Morente

EDUARDO TÉBAR

Miércoles, 12 de agosto 2020, 11:27

La pandemia ha provocado que la décimo séptima edición del Festival Internacional Poesía en el Laurel de La Zubia cambie sus tres veladas en su escenario habitual, en el Convento San Luis El Real, por una sola noche presencial. Eso sí, en un enclave también representativo del municipio como es el Templete de la Música, en el céntrico Parque de la Encina. Así ocurrió el 11 de agosto. Aquí tuvo lugar la entrega a título póstumo del noveno Premio Internacional Poesía en el Laurel, previsto para Zindzi Mandela, la hija menor del Nobel de la paz Nelson Mandela, fallecida hace un mes de manera súbita a los 59 años. Tanto el Ayuntamiento metropolitano como el director del festival, el poeta Pedro Enríquez, manifestaron su consternación al conocer la noticia el pasado 13 de julio.

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Zindziswa 'Zindzi' Nobutho Mandela era la embajadora de Sudáfrica en Dinamarca y se preparaba para su nuevo destino: Liberia. Fue poeta, rebelde y embajadora. En La Zubia se rindió homenaje a «una heroína combativa que se ganó ella misma el título». Fue ella quien, con apenas 25 años, dio la cara en público ante una multitud para leer el rechazo de Nelson Mandela al régimen del 'apartheid'. Entonces, en 1985, el presidente Peter Willem Botha le había ofrecido la libertad condicional a cambio de renunciar a la organización. La bisoña Zindzi comunicó la negativa de Mandela: su libertad no era posible sin la libertad del pueblo.

J.M.

Nacida en Soweto, el antiguo distrito de guetos negros del suroeste de Johannesburgo, y madre de cuatro hijos, la vida de Zindzi estuvo marcada por la lucha de su padre contra la opresión racista. El premio, simbolizado en un laurel esculpido por José María Moreno, fue recogido por una representación de la embajada de Sudáfrica en España. Entre lecturas de poemas como 'En Soweto hay un río desconocido' o 'Se cortó un árbol', se alabó la figura de Zindzi: «Luchó por los Derechos Humanos. Se dedicó al pueblo y fue incorruptible. Sus poemas son hoy una fuente de inspiración. Este reconocimiento estrecha lazos entre Sudáfrica y Granada».

María Ossa, secretaria nacional de la Organización Panafricana Española, llamó la atención sobre la escasez de traducciones el castellano de poetas africanos. La concejala de Cultura, Rosa Gamero, expresó que «Zindzi siempre estará en nuestros corazones por su lucha incansable y por sus poemas».

En familia

Si uno de los apellidos protagonistas de la velada era el de Mandela, el otro fue, sin duda, Morente. Y con hilo conductor, ya que el añorado Enrique llegó a dedicar en su día una ronda de tonás al activista sudafricano. Estrella se presentó en La Zubia para ensalzar las toneladas de poesía que le descubrió su padre, lector ávido que dejaba su rastro en forma de anotaciones en los volúmenes que circulaban por el hogar familiar. La acompañó a la guitarra Pablo Fernández Estévez. Por cierto, los reversos de la programación del festival están dibujados por su madre, Aurora Carbonell 'La Pelota'. Todo en familia. «No me extraña que mi padre estuviese prendado de una mujer con tantas facetas artísticas, su Aurora de Morente», confesó Estrella.

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J.M.

Pedro Enríquez recordó una anécdota: «En el año 2009 vino Paco Ibáñez y acabamos en La Tertulia con Enrique Morente hasta la madrugada». «Respiren poesía a pesar de las mascarillas», sugirió Enríquez. Estrella habló de algunos de sus favoritos: Miguel Hernández, Lorca, Alberti, Machado, Kavafis, San Juan de la Cruz… Arrancó con un martinete, siguió por alegrías, rescató el fandango 'Tenerte que no tenerte', dedicó algún guiño a La Niña de los Peines y se despidió con los tangos canónicos de 'Graná' de su progenitor. Y leyó. Estrella Morente recitó con la misma complicidad de esas tertulias en López Mezquita.

Entregados a la libertad

Poesía en el Laurel arrancó el 4 de agosto de forma virtual en la web del festival (poesiaenellaurel.es) y concluirá en este mismo formato el día 18. Anoche, en el único encuentro físico y con todas las invitaciones agotadas con antelación, hubo a su vez espacio para el preludio al violín de Pablo Martos, así como la poesía embadurnada de música de Miriam Sae, joven voz que se ganó al público. La alcaldesa de La Zubia, Inmaculada Hernández destacó la proyección internacional de esta cita cultural, clásica en los veranos granadinos, y confirmó su continuidad en años venideros: «La poesía es protagonista de las noches de agosto. Nos llega con fuerza, un año más, como un puente que nos une sin diferencias. Este festival se entrega a la libertad de la palabra, nos llama a la reflexión. Desde varios lugares del mundo nos llega la voz de los poetas».

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J. M.

Los versos, pilares de El Laurel en agosto, corrieron a cargo de Yolanda Aldón y de los granadinos Antonio Enrique y Olalla Castro. Aldón reivindicó la libertad (eje temático de esta edición) con airecitos de su Cádiz. Antonio Enrique se mostró desnudo, con la sencillez como sofisticación última, tras una larga trayectoria de libros «elaborados», desglosando la poesía amorosa de su reciente 'Resplandor'; composiciones como 'Lucero' o 'Me falta tiempo' levantaron suspiros. Y Castro reescribió una historia en la que las mujeres con nombre y sin voz, como Dafne, toman la palabra.

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