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Los escolares de Primaria aprenden orientación en el parque de la Encina

Los escolares de Primaria aprenden orientación en el parque de la Encina

Organizado por Andrés Rubio los niños leyeron mapas, salvaron el laberinto y disfrutaron en el Día Mundial de este deporte, que se celebra cada 24 de mayo

Inma sánchez

Sábado, 27 de mayo 2017, 08:39

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Aunque Óscar y Alejandro tenían clarísimo su triunfo, ninguno de los 420 escolares de La Zubia que celebraron en el Parque de la Encina el Día Mundial de la Orientación, ganó la prueba. La idea es que disfrutaran con las carreras, señaló Andrés Rubio, profesor del IES Trevenque y organizador, junto al Ayuntamiento de la localidad, del evento. Los escolares, de tercero, cuarto, quinto y sexto del colegio Alzawiya, y de tercero a quinto del Tierno Galván, se lo pasaron en grande y conocieron un nuevo y divertido deporte. Lo mejor, la baliza portátil que obligó a los escolares a correr aún más a lo largo del Parque de la Encina. Tras superar el laberinto, los niños y niñas se esforzaron buscando las balizas, unas más fáciles y otras más complicadas de localizar.

Los niños salieron por parejas con sus mapas y sus tarjetas, repitiendo las pautas que millones de corredores seguían ayer en más de 100 países del mundo para conmemorar el Día Mundial de la Orientación. Salma, Claudia, Hugo y Alba, del colegio Tierno Galván, reconocieron no haber oído nunca hablar de este deporte, pero admitieron haberse divertido mucho, sobre todo con la baliza portátil, reconocieron. El alcalde de La Zubia, Antonio Molina, alabó el buen entorno natural que tiene el municipio para celebrar este tipo de pruebas; y Miguel Jiménez, presidente de la Asociación Cultural y Deportiva Al Borde de lo Inconcebible, que incluyó una prueba de orientación en las XIV Jornadas de Montaña y Aventura celebradas en febrero, confesó que acabamos muy contentos con la participación de los niños.

Antes de comenzar la prueba, Andrés Rubio les contó en qué consistía la orientación y qué tenían que hacer para superar la prueba. Tras explicarles que había 18 balizas, dos de ellas portátiles, Rubio les contó que debían interpretar el mapa y picar en cada una de las balizas.

Los pequeños, que entendieron perfectamente las pautas, confesaron que los más divertido fue perseguir la baliza portátil. Para el profesor, las pruebas fueron todo un éxito; un día fabuloso, que ha permitido que se promocione un deporte que permite valorar el medio ambiente, respetar la naturaleza, y que exige una buena forma física e intuición. La idea, sobre todo, «es que se lo pasen bien, utilizando la orientación como medio de aprendizaje.

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