Inmaculada Alemán, antropóloga de la UGR, desveló los secretos de los huesos

Invitada por la Asociación Amigos del Museo de La Zubia, la experta contó los datos que los restos óseos pueden aportan en una investigación

inma sánchez

Martes, 23 de mayo 2017, 11:05

Inmaculada Alemán, profesora titular de Antropología Física de la Universidad de Granada habló en una ponencia que tuvo lugar en el edificio Zoco de La Zubia sobre la información que aportan los huesos. Bajo el título Los huesos nos cuentan su historia, la antropóloga, invitada por la Asociación Amigos del Museo de La Zubia AMZ, contó cómo los huesos pueden informar de cómo vivían los individuos en las sociedades del pasado y cómo fue su evolución.

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La profesora señaló que a la hora de abordar una investigación en una excavación, suelen trabajar con equipos interdisciplinares, lo que obliga a estar en constante formación; y que cada evidencia encontrada aporta siempre datos que pueden ser relevantes.

«A través de los huesos, que se pueden encontrar en distintos estados de conservación, nos acercamos a la vida de las personas», y permiten conocer, por ejemplo, cómo era su alimentación y su estatus social. Alemán reveló antes los asistentes un anécdota sobre los restos óseos de Cristóbal Colón, que llegaron a Granada en una caja para ser estudiados por los expertos de la UGR. Fuertemente custodiada, cuando abrieron la caja, con toda la prensa delante, se encontraron con que solo había trozos de huesos muy pequeños, que imposibilitaron poder estudiarlos para determinar que fueran del almirante.

La experta, que ha viajado para estudiar excavaciones en Egipto y México, señala que a la hora de abordar el trabajo siempre se dan los mismos pasos que permiten conocer, entre otros aspectos, la esperanza de vida, cómo eran los pueblos respecto a otros o el estado de salud. Insiste en que «los huesos hablan y hay que saber preguntarles». Contó que, muchas veces, a la hora de llevar a cabo un estudio antropológico forense encuentran que les han mandado restos de barbacoa de la playa; y que una vez que «tenemos huesos humanos», nos interesa saber la identidad de la persona». Cuanto más material se encuentra es posible conocer más datos como la edad, el sexo, cómo eran los grupos y cómo se desenvolvían.

Identificación

Asegura que los investigadores de la Universidad granadina se han especializado en técnicas de identificación, desarrollando metodologías que se exportan a todo el mundo. En enero viajará a Egipto donde trabaja desde hace ocho años en una sepultura de unos 2.000 años en la denominada Colina del Viento. Por la cantidad de cámaras, pozos y túneles existentes, los expertos deducen que temían que las tumbas fueran saqueadas. Aún no han conseguido llegar a la cámara del señor, pero por el camino han encontrado restos que les permiten entender cómo era su vida; conocer que el señor regaló pigmeos al faraón, por ejemplo. Concluyó, asimismo, que por la tipología de los ataúdes es posible conocer el nombre de la persona.

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Alemán declaró que los dientes informan de la alimentación; la columna de las enfermedades padecidas y del trabajo desarrollado. Una hernia discal en un niño habla de una muy pronta incorporación al mundo laboral, que demuestra que podía tratarse de un esclavo. El esqueleto, además de ser el soporte del cuerpo, refleja las actividades desarrolladas y el tipo de vida que ha tenido el sujeto. Una fractura en la frente denota que tenían ciertos conocimientos de medicina cuando se demuestra que el individuo vivió algún tiempo después de producirse la herida; o cómo una muesca en un diente demuestra que el sujeto utilizaba palillos de dientes. Cráneos descubiertos con trenzas postizas o reales muestran los gustos o modas de la época. Datos que aportan información, concluyó la experta.

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