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Iglesias, junto al polémico inmueble en Sierra Nevada.
Trece años para legalizar una caseta de aperos en Sierra Nevada y veinte días para construirla

Trece años para legalizar una caseta de aperos en Sierra Nevada y veinte días para construirla

Antonio Iglesias, ex alcalde popular de La Zubia, insiste en que se le ha condenado por algo que podía hacer, pero no ha hecho

Inma Sánchez Ortega

Martes, 7 de junio 2016, 00:43

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Todo empezó en 2003, cuando Antonio Iglesias, ex alcalde de La Zubia, compró unos terrenos en el Barranco de Corvales, en la Reserva del Parque Natural de Sierra Nevada, con la idea de levantar una caseta de aperos para guardar las herramientas necesarias para explotar el campo. 32.000 metros cuadrados de terreno, que lindan con el Cortijo Balsain, donde tiene viñedos, olivos, almendros, acaba de plantar hortalizas con unos vecinos y en cuya caseta tiene ahora a sus perdices. Pero enseguida comenzaron los problemas. Los ecologistas le denunciaron por la envergadura de la obra.

En 2007, tras muchas idas y vueltas, le dieron la licencia para levantar la nave agrícola, que por su ubicación en medio del Parque Natural debía tener 50 metros útiles, teja curva y piedra en la fachada. Y con los informes favorables, comenzó la edificación, que por el desnivel precisó -según explica- de una plataforma con muros perimetrales para asegurar la cimentación de la nave de aperos, «que siempre ha sido legal». Ha llegado a presentar cinco proyectos «para responder a las exigencias que iban surgiendo. Cada cosa que me han pedido la he hecho», confiesa. Pero también en 2007, el PSOE, que gobernaba entonces el Ayuntamiento de la localidad, le paralizó la obra tras la denuncia de un vecino, que alegó que estaba construyendo un sótano. Iglesias negó lo del sótano e insistió en que por el desnivel del terreno hubo que realizar una plataforma para cimentar la obra. Le dijeron que tenía que soterrar el sótano, y lo soterró.

Mantiene que siempre ha cumplido todas las normas, presentando los informes jurídicos y técnicos favorables. Lamenta que incluso haya habido informes que hablaban de la existencia de dos plantas, «que no hay», y que desde que le dieron la licencia se cuestionó el sótano o semisótano; y que presentó un escrito anexo al expediente justificando el porqué de la cimentación. Señala que ha gastado más documentación que si hubiese levantado toda una urbanización.

¿Archivo del expediente?

En 2011 ganó las elecciones por el Partido Popular y, según explica, Mercedes Díaz Aróstegui, la ex regidora socialista, archivó su expediente. Aspecto que niega Díaz Aróstegui, que asegura que no tenía potestad para hacerlo; y que lo que pasaba es que estaba en el juzgado pendiente de dos sentencias. Iglesias mantiene que al archivar la ex regidora socialista su expediente «tuve que acudir a un contencioso administrativo», y que como alcalde de la localidad fueron los servicios jurídicos de la Diputación Provincial quienes lo defendieron, ya que el Ayuntamiento de La Zubia se encontró con que tenía un pleito contencioso administrativo contra su propio alcalde.

En octubre de 2014 se hizo pública la sentencia del juzgado número 2 de lo Contencioso Administrativo de Granada, que le obligó a inutilizar el sótano y dejar la parte superior como caseta de aperos, y que debía ser el Ayuntamiento quién determinase la forma en que debía de soterrarlo. Ha sido hace aproximadamente un mes que el Ayuntamiento de La Zubia, gobernado por Ganemos-Psoe, ha dado vía libre a su expediente argumentando que para hacer cumplir la sentencia y que se considere inutilizado el sótano, según el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), debe tener una altura inferior a los 2 metros veinte. El arquitecto municipal explica en el informe cómo debe rellenarse el sótano de forma que se cumpla la sentencia y se deje en un metro y 70 centímetros.

El ex edil de Urbanismo de La Zubia, José Torregrosa, criticó entonces al actual equipo de gobierno que le diera la licencia por entender que no es una caseta de aperos, ya que tiene cinco ventanas y una chimenea y que con un metro setenta centímetros, sí hay sótano. Iglesias se defiende argumentando que las ventanas y la chimenea no son ilegales y que no hay sótano. Lamenta, además, que Torregrosa «nunca haya estado aquí para ver la obra». El ex regidor asegura que tenía las rejas guardadas para ponerlas en las ventanas en cuanto pudiera. La nave está situada en el punto más elevado del terreno, lo que según el ex regidor, «ha dado lugar a especulaciones, porque la fotografiaban desde abajo y parecía más grande de lo que es». Tiene dos puertas, una de entrada y la otra que da acceso a un pequeño patio.

Dimisión

El que fue alcalde de La Zubia desde 2011 a 2014 niega que dimitiera por la resolución de la sentencia de su obra. Mantiene que se fue seis meses antes de acabar la legislatura «porque estaba cansado de exigencias y aspectos que no podía permitir como alcalde de mi pueblo, al que amo». Dice sentirse orgulloso de los logros conseguidos mientras fue alcalde, como la remodelación de la carretera de La Zubia. «Un empeño mío, que logré yendo de acá para allá con mi coche y mi dinero. Siempre con mis medios», declara. «Nunca he presentado facturas. He ido con mi vehículo a todos los sitios a los que tenía que ir para defender a La Zubia», insiste.

Empresario de toda la vida, Iglesias se presentó como candidato «porque me lo pidieron. Una de las pocas satisfacciones que me ha dado la política fue ganar las elecciones». Aunque asegura que en el pueblo «se me quiere y se me respeta. Muchos vecinos me lo dicen por la calle», aclara. Lamenta, finalmente, que haya levantado la caseta de aperos en 20 días, después de trece años; y que la política «solo le ha perjudicado».

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