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La historia de Ben Ammar y Alfonso VI, una partida histórica

La historia de Ben Ammar y Alfonso VI, una partida histórica

Un homenaje al ajedrez con motivo del III Torneo Casa de la Juventud de La Zubia

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Lunes, 16 de mayo 2016, 11:18

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Con motivo de la celebración del III Torneo Casa de la Juventud de La Zubia, el área de Turismo ha colaborado con el Club de Ajedrez de la localidad, con un pequeño homenaje a una partida histórica.

Una vez finalizado el torneo, y antes de la tradicional entrega de premios, se organizó un simpático homenaje contando la historia, y con la participación de dos jóvenes voluntarios que disfrazados de Alfonso VI y Ben Ammar, respectivamente, realizaron una partida de exhibición simulando la que tuvo lugar en el año 1078. Desde el área de Turismo, agradecen a los voluntarios que participaron en el torneo, dando un broche simpático, que contó en esta edición con más de 70 participantes.

En 1078, el rey de León Alfonso VI dirigía el asedio de la ciudad de Sevilla. La ciudad estaba gobernada por Muhammad Ibn Al-Mutamid, de la familia de los Abadies. El rey nombró como visir a su amigo y poeta Ben Ammar, que será el personaje clave de esta historia. Sevilla contaba, en ese momento, con muy pocos soldados, por lo que el ataque cristiano sería imparable. Por ello, Ben Ammar, al que habían encomendado la tarea de negociar, sabía que tendría que utilizar todo su ingenio para detener al ejército del temperamental Alfonso VI. Ben Ammar se dirigió al lugar de la cita con el rey cristiano con un ajedrez de sándalo, ébano y aloe, con incrustaciones de oro; una obra de arte con la que intentaría sorprender a Alfonso, gran aficionado al ajedrez. Como Ben Ammar esperaba, Alfonso se quedó prendado del espectacular juego de ajedrez y quiso poseerlo. Ben Ammar accedió, pero tendría que derrotarle en una partida para conseguirlo, si perdía debería acceder a la petición que el árabe desease. Alfonso aceptó.

Lo que Alfonso VI no sabía es que el refinado y culto Ben Ammar era un extraordinario jugador de ajedrez, por lo que la partida fue perdida por el rey cristiano. Como es lógico, Ben Ammar pidió a Alfonso VI que retirase sus tropas y regresase a sus dominios, a lo que el rey respondió, encolerizado, que no. Finalmente, bien aconsejado por sus asesores, que le advirtieron que era un deshonor faltar a su palabra, accedió a las peticiones de los árabes.

Finalmente, Alfonso VI regresó a Toledo, habiendo pagado los árabes un tributo y regalado el precioso ajedrez que salvó muchas vidas frenando una sangrienta batalla. La realidad no dista demasiado de esta historia. Ben Ammar logró convencer a Alfonso VI de que no invadiese Sevilla a cambio de un tributo, a lo que éste accedió y retiró sus tropas. Lo que no parece tan claro es que el visir árabe lo lograse jugando una partida de ajedrez, aunque todo es posible.

Texto extraído de la web ajedrezdeataque.com

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